El poder de las emciones

Si entras por Aspademis no meramente como espacio, sino Aspademis como lugar, como equipo, como personas que lo componen te darás cuenta de la calidad de las emociones que manejan nuestros chic@s.
Desprenden una energía y disposición ante la vida que llega a convertirse en auténtica terapia para el día a día.

Es importante transmitir la importancia de emociones y pensamientos sanos a nuestros hijos e hijas desde pequeños.
Una gestión libre sin ataduras sociales ni limitaciones, enseñarles a que fluyan con unas herramientas efectivas para su manejo.
Esto les ayudará a creer con más firmeza en su capacidad y autoestima, en la percepción que tienen de ellos mismos y con esto en la manera de presentarse al mundo en general.

Niñ@s, jóvenes y adultos que creen en ellos mismos les hace sentirse capaces y motivados. Las bajas creencias y autoestima, la falta de espacio para su maduración hace que haya una tendencia a retraerse, desarrollando miedos y apegos no sanos.

Apostamos por la libertad de experimentar emociones acompañadas de un aprendizaje, emociones adaptadas y funcionales, arraigadas a su momento evolutivo y respetando en todo momento la esencia y personalidad de cada uno de ellos. No al “no llores”, No al “no te enfades”, creemos en la posición de cuéntame qué sientes, cómo puedo ayudarte. Queremos niños que lloren y reduzcan tristeza, que rían y aumenten su felicidad, que se enfaden y busquen herramientas (cuando digo herramientas digo personas) para encontrarse en paz.

En Aspademis damos espacio a esas emociones que necesitan ser exteriorizadas, calmadas o expresadas. Usuarios y familias tienen un espacio perfecto para crear esa sinergia necesaria que haga de nuestro centro el apoyo principal para tod@s.

La educación emocional y su tránsito entre profesionales y familias es el cimiento para el trabajo en todos y cada uno de los programas que forman nuestra gran tribu.
Reír, llorar, enfadarse, frustarse, superar, aprender, equivocarse y aceptar. Todo es necesario y se convierte esencial en el devenir humano.